lunes, 24 de septiembre de 2012

Piel de Policía

    Piel de Policía es una novela escrita a cuatro manos entre el consagrado escritor de novela negra Andreu Martin, y el periodista Carlos Quilez (imputado en 2011 en supuesto chivatazo a un confite).
     Se trata de una novela escrita también en dos tiempos distintos. Uno, el de la triste realidad que vive su protagonista, el agente retirado Manolo Lacruz. El otro tiempo es el de un pasado prometedor que se convierte en la triste realidad.



     Lacruz es un ex policía que ahora regenta un bar de mala muerte. Antes, era un entusiasta agente perteneciente al grupo de Atracos de Barcelona, en un tiempo, finales de los 70s y principios de los 80s, en que el delito era muy distinto del actual. Él estaba especializado en atracos a bancos y se enfrentaba a "robos con rehenes, asaltos a tiro limpio y hasta asaltos ingeniosos sin armas ni peligro".
     En la novela hay acción, pero no se trata de un súper atraco, sino de librarse de unas acusaciones por algo que no se ha hecho.
     Como decimos, la novela está narrada en dos tiempos. Un presente real, donde tiene lugar la acción. Y un pasado (narrado en presente) que da sentido a muchas cosas del presente real. Esa concepción hace que la obra, sin ser un novelón, sea verdaderamente interesante, muy bien encajada. Es decir, siempre he entendido que la Novela Negra Mediterránea (Vázquez Montalbán, Donna Leon, George Simenon, Andrea Camilleri, Juan Madrid, el propio Andreu Martín) basaba más su encanto en una buena intriga central y una buena evocación de ambientes, mientras que la nueva ola de Novela Negra Nórdica era más sádica, rocambolesca y tecnológica o la Anglosajona, más ambiciosa y gigante en todos los sentidos.
     A lo largo de la narración, aparecen unos personajes secundarios cojonudos, como Simón Romero Barrameda, alias el Burradas, o Anselmo Gastán Gerbolés, el Castán alias el Víbora. Yo soy de los que piensan que una obras la hace grande sus secundarios, los que le dan empaque. Y aquí lo hay. 
     Lo que es más difícil de creer es el giro final de la historia. Difícil, que no imposible ni indiferente. Hay que llegar allí y que cada uno juzgue. Eso sí, en las últimas páginas, como manda la tradición.



Sobre la policía

     Tras la muerte de Franco, la policía quedó como último núcleo duro de la aplicación de la violencia arbitraria, o al menos así se presenta en esta novela. Acercar el ejército a la Democracia era una prioridad de los primeros gobiernos elegidos en las urnas, pero, ¿quedaron elementos, cargos, ideas, preconsitutcionales en las otras fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado?
     El Cuerpo Nacional de Policía, al igual que la Guardia Civil, a día de hoy, son cuerpos modernos propios de sociedades plurales y democráticas. Eso sí, a cada organismo le queda el marchamo, el poso, de su origen. Los guardias civiles no llevan bigote (en su origen era obligado para dar aspecto de ferocidad) pero son muy "militares" con sus cadenas de mando. Los policía no son músculos que dan gomazos a la mínima, sino profesionales del servivio público de mucha cualificación.
     Sin embargo, esa época de la Transición se presta mucho a grupúsculos de radicales con ganas de cambiar la Historia, con el único mérito de conseguir sufrimiento y derramamientos de sangre. ¿Hubo grupos de estos en la Policía y la Guardia Civil? ¿Qué hicieron?



Sobre la colección de Público.



     Público fue un diario impreso de vida efímera, que salió a la venta en un mundo donde el papel pierde terreno a lo digital, pero que huevos e ilusión no les faltó.
     Como todo diario, necesitaba aumentar sus ventas acompañando sus noticias con todo tipo de productos. Recurrir a la literatura es habitual, pero lo hicieron con una colección de novela negra muy interesante. Pobremente encuandernada, con letra pequeña, y a veces partiendo el libro (aunque sea pequeño, como es Piel de Policía) para fidelizar a los compradores. Aún así, interesante. Algunos de los títutos que vendieron son difícilmente encontrables en las librerías (al menos en las murcianas. Más que nada porque se agotaron en sus ediciones y no se habían reeditado). Puede que en alguna librería de viejo aparezca algún volumen. Entrad con tranquilidad, aspirar el aroma del polvo de la sabiduría y buscad estos ejemplares.
     He buscado algún link con los títulos, pero todas las webs han sido borrados. Enumero algunos.
- El Observatorio, de Michael Connelly.
- Clandestino, de James Ellroy.
- Retrado de una familia muerta, de Raúl Argemí.
- Los puentes de Londres, de James Patterson
- Crepúsculo en Oslo, de Anne Holt.
- El crimen de lor Arthur Savil, Oscar Wilde.
- El jardinero Nocturno, de Georges Pelecanos.
- Adiós princesa, de Juan Madrid.
.....

En fin, búsquenlos, cómprenlos, róbenlos (si no les pilla la policía)... pero lean.
 


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